martes, 26 de agosto de 2008
Gloria Carra: "Me caso con el hombre de mi vida"
Gloria Carrá prepara su boda con Luciano Cáceres.
Desde que era sólo una niña imaginaba tener una gran boda, diseñar su vestido y encontrar a su príncipe azul. Es así como Gloria Carra (37), esa soñadora de ojos azules y rizos dorados, que comenzó a dar sus primeros pasos como actriz en “Señorita maestra”, cumple ese gran sueño, y le dice sí al actor y director de cine Luciano Cáceres (31), que actualmente comparte escenas en el film “El corredor nocturno” con Leo Sbaraglia y Miguel Angel Solá. El amor comenzó hace un año, y desde entonces sus deseos de formar una gran familia fue cada vez más intenso. Hoy ambos apuestan a tener un futuro juntos, comprometiéndose y tomando uno de los votos más sagrados ante Dios. El 27 de septiembre se unirá en matrimonio a Luciano. Mientras tanto, Gloria divide su tiempo entre la organización de su boda y las grabaciones de “Patito Feo”.
—¿Su boda será como siempre la soñó?
—Me gustaría que sea muy divertida, una noche en la cual todos disfruten. Ambos queremos estar relajados con nuestros amigos. Yo siempre fui un poco soñadora, como creo que es el deseo de toda mujer. Siento que con Luciano llegó el momento de cumplir mi sueño y formar una familia. La boda va a ser atípica, estilo campo, y tendrá muchas sorpresas. Nos casaremos en la catedral de San Isidro y luego nos vamos a una estancia que es un paraíso, “Los Girasoles de Sangará”, en Capilla del Señor, propiedad del Sr. Pablo Prats. Allí también la familia De la Rúa tiene un campo, donde Shakira pasa sus días cuando visita Buenos Aires. Si tuviera que ponerle un nombre a mi boda sería, “una noche de sueño”.
—¿Ya decidió el diseño de su vestido?
—Como toda novia, no te puedo adelantar nada antes de la boda, porque es de mal augurio. Lo que te puedo decir es que el vestido será como siempre lo imaginé. Todo comenzó en una producción que hice con la revista CARAS conocí al diseñador Fabián Zitta, y desde el primer momento me enamoré de sus diseños. Utiliza telas muy nobles. Con él estamos dándole vida al vestido de mis sueños.
—¿Cómo surgió el amor con Luciano?
—Lo conocí hace seis años, cuando hicimos una obra de teatro llamada “Bésame mucho” de Javier Daulte, con esa obra estuvimos como tres años. Viajamos a Francia a un festival, y vimos el musical Rent. Luego visitamos España, donde estuvimos haciendo la obra un mes, éramos 11 actores, se armaron dos grupos, y me tocó el mismo grupo que a Luciano. Pero en ese entonces éramos sólo amigos y no me imaginaba que estaría con él. Recién hace un año compartimos unas escenas donde debíamos besarnos, y allí nació una intimidad entre los dos que antes no habíamos experimentado y el beso entre escena y escena se prolongaba más y más y fue así como comenzamos a salir. Desde el principio sentimos muchas cosas el uno por el otro, y al cabo de un mes hablábamos de casamiento.
—¿Han hablado de tener hijos pronto?
—Luciano siempre me lo pide. Y la verdad me gustaría un nene para tener la parejita, aunque si es una nena, también nos encantaría, los dos tenemos muchas ganas de tener hijos. Hubo situaciones en que los dos decíamos, bueno, ya lo tenemos y luego pensábamos con más detenimiento y yo me veía casándome con el vestido de novia y una gran panza, entonces le decía que esperáramos. Ahora decidimos de terminar la casa, organizarnos con el trabajo, tener una gran boda. Quizá sea el mejor regalo de bodas que la vida nos puede dar en la luna de miel.
—¿Cómo viven compartir la misma profesión?
—Me gusta mucho tener la misma profesión que Luciano y compartir con él. Depende de la persona con quien te toque estar. Nos apoyamos mutuamente. Luciano es una persona muy generosa. Nos admiramos mucho, él me cautiva día a día, me admira como actriz y me lo dice constantemente.
—Su hija, Angela, ¿aceptó a Luciano?
—Tienen una muy buena relación y eso me pone muy contenta porque ella lo quiere mucho, más allá de que su padre, Marcelo Torres (hermano de Diego Torres) está muy presente. A Luciano le gustan mucho los chicos. Tiene una relación muy especial con Angela y sus amiguitos. Los tres nos complementamos muy bien. Ella se siente muy segura cuando Luciano se queda a dormir en casa.
—¿También lo aceptaron el resto de sus afectos?
—Mi mamá lo adora, siempre que se queda en casa nos cocina y Luciano le pide de todo, pastelitos, panqueques. Justamente hace unos días miramos una película que él hizo y mi mamá me decía qué lindo que es y se nota lo sensible que es. Ella está muy contenta porque nos ve felices, formando una familia y que Luciano hace de todo para cuidarme. En cuanto a mis amigas, al principio de la relación con Luciano, cuando yo les comentaba que me casaba, todas lo tomaban como un chiste y yo insistía que me casaba en diciembre. Con el tiempo fue tomando forma y en vez de casarnos en diciembre en un lugar cerca del mar, lo adelantamos para setiembre y ahí me creyeron. Todas están muy contentas y entusiasmadas con la boda y adoran a Lu.
—¿Dónde vivirán luego de la boda?
—Luciano tiene un departamento en Boedo, pero como mi casa está bien ubicada y es muy cómoda, decidimos hacerle unos cambios, y vivir en ella. Como los albañiles comienzan a trabajar muy temprano, con Luciano nos anotamos en un gimnasio cerca de casa y todos los días cuando los albañiles comienzan su trabajo nos vamos al gimnasio y volvemos al mediodía, pues eso no pasó porque yo sigo durmiendo toda la mañana. Es muy cómico, porque me martillan toda la casa y yo sigo durmiendo como una marmota.
Fuente, Revista Caras
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