CARLA PETERSON + GRISELDA SICILIANI

"Somos como hermanas mellizas"

Se conocieron haciendo de mejores amigas en una tira de polka. y terminaron como amigas intimas en la realidad. Dicen que son muy diferentes aunque confiesan que, a veces, se compran la misma ropa. En esta charla hablan de todo: sus novios, sus sueños y la amistad.

La primera pregunta en estos reportajes suele ser: ¿cuándo se hicieron amigas? Pero, en realidad, lo que quiero saber es si hablan mucho de sexo entre ustedes.

Griselda: (Risas). Somos del tipo de amigas que hablamos de todo.

Carla: Hace mucho que hablamos de todo. No con todas las amigas hablás de sexo. Con algunas amigas podés y con otras no.

¿Qué tiene una amiga de particular para hablar de sexo con ella?

Carla: Que tuvo mucho sexo.

Griselda: (Risas). Mucha experiencia. Pienso que es como un tipo de confianza, de intimidad. Ella conoce tu historia. Y podés contar la verdad sobre ciertas cosas para que tu amiga entienda cómo te sentís.

Griselda: Tenemos la misma profesión, una vida parecida. Si le cuento tal cosa, sé que seguro le pasó, le va a pasar o le está pasando y todavía no lo hablamos.

Carla: Nos conocimos en Polka, haciendo de mejores amigas.

Griselda: Teníamos que hacer de mejores amigas sin conocernos.

¿Y se hicieron amigas de verdad?

Carla: Sí.

Griselda: Nos fuimos enamorando de a poco.

Carla: Nos daba miedo pensar qué iba a pasar cuando termináramos de trabajar juntas.

Griselda: Pero ya hace mucho que no trabajamos juntas.

Carla: Después trabajamos en la misma productora.

Griselda: Y teníamos los camarines pegados.

Carla: Destino de la vida.

Griselda: ¡Gracias a Dios!

¿Hace cuánto son amigas?

Griselda: Desde principios de 2006. ¡Dos años y medio nada más! Lo que pasa es que nos vemos casi todos los días y hablamos todos los días por teléfono.

¿Cómo hacen para verse casi a diario?

Carla: Tenemos un ritmo parecido, el mismo trabajo, vivimos cerca. Uno no tiene un millón de amigos cuando es más grande, al contrario. Tenés 4 o 5 amigos.

Parecen muy diferentes entre sí...

Carla: Somos muy diferentes.

Griselda: En realidad no sé en qué somos parecidas. Salvo el humor, que es parecido. Yo soy muy

desordenada.

Carla: No tiene apego por las cosas materiales. Le regalás flores y las deja ahí, se olvida, se va. Entonces le regalé un florero para que ponga las flores que le mandan.

Griselda: Viene y corta las flores y las pone en el florero. Tengo una mesa que no se usa de mesa porque está llena de cosas: libros, cartas, discos, dibujitos de mis fans.

Carla: Mientras ella me cuenta algo, yo ordeno.

Griselda: Ella mientras te charla, ordena. En su casa, cambia los muebles de lugar. Y en la mía, ordena. Me dice: "Esto no va más, se tira. Va a la basura".

¿Atravesaron momentos malos juntas? ¿Ahora están las dos enamoradas, no?

Griselda: Estamos espléndidas.

Carla: Cuando nos conocimos estábamos más o menos.

Griselda: Yo me estaba separando.

Carla: Yo estaría sola, en la lona (risas). Llorando por cualquier cosa, no me acuerdo ni por quién. Entonces ahí una empieza a contarse las cosas. Tuvimos momentos tristes.

Griselda: Hemos llorado. Por suerte no al mismo tiempo, me parece. Cuando una está en el peor bajón, la otra, aunque no esté bien, hace como tripa corazón y la sostiene.

¿Cómo es sostener a una amiga cuando está bajoneada?

Griselda: Para mí es escuchar el monotema de la otra. Cuando está mal, es más monotema. (Risas).

¿Una buena amiga tiene que dejarla hablar o cambiarle de tema?

Griselda: Escuchar el monotema, porque la que está mal necesita hablar. El que habla no siente que está repitiendo todo. Lo dice porque lo necesita.

¿Para qué nos sirve a las mujeres hablar cuando estamos mal? ¿Qué nos resuelve?

Carla: Sacás lo que está más atorado. Y tal vez escuchás algo que te pueda salvar de ese momento. Y si tenés una amiga inteligente, por la que tenés admiración, respeto y que te tiene cariño también, seguramente encontrará algo de lo que te puedas agarrar, por lo menos hasta el otro día que volvés con tu monotema. Son pequeños alivios. Te podés ver mejor en un amigo. Cuando ella me habla de mí, a veces me encuentro.

Griselda: Hemos tenido muchas charlas en el auto.

Carla: Yo tengo auto, entonces era: "¿Dónde estás? ¡Te paso a buscar!". Y nos internábamos en el auto a hablar.

Griselda: Yo recuerdo mucho tener que tomar decisiones y pedirle ayuda, que decida por mí. Es como una especie de terapia berreta (risas). El otro te escucha y te dice algo que uno percibe, pero necesita que el otro lo confirme.

Carla: También la amiga está cuando no sabés para dónde agarrar y sabés que vas a ir y venir, pero estás tranquila porque tenés la autorización de ella.

¿Estás muy enamorada, Carla?

Carla: Sí. Hace un año que estoy con Julián. Vivimos juntos. El es publicista, estudiaba literatura y filosofía en Francia.

¿Y vos, Griselda, hace cuánto estás de novia?

Griselda: Con Adrián Suar, actor y productor, desde enero.

¿De qué cosas pueden quedarse hablando mucho tiempo?

Carla: De la ropa. Compramos lo mismo. Ella de un color y yo de otro sin saberlo.

Griselda: No nos queda igual, a ella todo le queda un poquito más refinado y a mí me da otra onda (risas).

Carla: Hablamos de trabajo, de cosas que queremos hacer juntas.

Griselda: Hablamos de amor, todo el tiempo. De trabajo.

¿De hijos, hablan?

Carla: El otro día nos pusimos a hacer cálculos. Tenemos que estrenar una obra juntas antes.

Griselda: Yo tengo 30, quisiera tener un hijo en unos años.

Carla: Yo estreno la obra, me pongo un reemplazo y tengo un hijo.

Griselda: No, estrenemos las dos y después vemos. La obra ya está en camino, el hijo no. (risas). Yo pensaba que no iba a tener hijos, pero hace muy poco cambié de idea. ¡Porque cumplí 30! Quiero una familia, no un chiquito para ponerle ropa linda.

¿Existe la competencia entre actrices o es un mito?

Carla: Existe. Pero no entre nosotras. Tengo muchas amigas actrices.

Griselda: Yo también. No hay competencia. No es que para un personaje la van a llamar a ella o a mí. No ocurre.

Carla: Bueno, este año estuvimos nominadas para el mismo premio..

Griselda: Yo ni lo soñé.

Carla: Ella es más actriz que yo.

Griselda: ¡Nooo!

¿Cuál es la mayor virtud de Griselda?

Carla: (Piensa) Es muy inteligente, sensible y buena persona. De sentimientos nobles y muy simple. Te dice cosas de gran sabiduría como una abuela.

¿Cuáles son las virtudes que ves de Carla?

Griselda: Muchas de esas. Carla se destaca por su generosidad.

¡Se emociona!

Griselda: Yo soy llorona.

Carla: Ella se gana lo que tiene. Uno se gana la generosidad del otro, yo no soy generosa con todo el mundo porque sí.

La frase parece un disparate, pero con amigas de este tipo no se necesita un novio, ¿no?

Carla: Nos aguantamos los vacíos. Se pasó bien la época de sequía con ella.

Afecto, compañerismo, una oreja.

Griselda: Me acuerdo una linda imagen. Yo el año pasado me fracturé la muñeca. Fue horrible. La mano enyesada, mucho dolor, dedos hinchados, negros. Ella tenía el cuello duro, no se podía mover. Pero yo no me podía sacar el corpiño y la ropa que tenía puesta desde que había llegado del hospital y vivo sola. Podría haber llamado a cualquiera de mis hermanas o a mi mamá. Pero Carla vino a mi casa a dormir, nos tomamos cada una un relajante muscular porque teníamos mucho dolor y se quedó en mi casa y me cuidó.

Carla: Son cosas que uno después va a extrañar cuando vengan los hijos después del espectáculo. Los tendríamos que tener juntas.

Griselda: Eso estaría bueno.

¿No cambió nada desde que Carla vive con el novio?

Carla: No, porque mi novio la quiere mucho a Griselda.

Griselda: Debe decir: "Esta ploma".

Carla: El llegó y ya estaba esto. Somos como hermanas mellizas.

Griselda. Yo me olvido que está él y empiezo a hablar sin parar. Y en un momento nos damos cuenta que se está pegando un embole tremendo.

¿Y con Adrián?

Carla: Hemos hecho unos encuentritos. Igual nos respetamos mucho cuando cada una está con su novio.

Griselda: Sobre todo los fines de semana. Se la deja vivir a la amiga (risas). Pero también existe el mensaje de: "Este fin de semana mi novio no está. ¿El tuyo?".