Nuestro hombre
Juan Darthés
Alejado del tradicional rol de galán y decidido a tomar riesgos en la actuación, hoy protagoniza la segunda temporada del éxito infantil Patito Feo. A una semana del Día del padre asegura que lo que más disfruta es pasar el tiempo libre con sus chicos y verlos felices. Además, confiesa que es muy coqueto y le encanta mimarse para sentirse pleno y rendir al ciento por ciento en su profesión y con su pareja.
Rompió varias reglas del decálogo que explica cómo convertirse en un verdadero galán de telenovela, no sólo porque se alejó del género para protagonizar un antihéroe -a veces, un tanto ridículo-, en la tira juvenil Patito Feo (que se emite de lunes a viernes a las 18 horas por Canal 13), sino que también porque se muestra feliz y enamorado de su mujer, atento a la crianza de sus hijos, distante de la noche y los vicios y alejado de los affaires mediáticos. “No podría vivir de escándalos, tengo mis problemas como todos, pero prefiero resolverlos en mi casa”, dispara el actor y cantante, que augura en un futuro dedicarse plenamente a la canción, que lo hace sentir más vivo y auténtico que frente a las cámaras. Luego de un año de éxito en Argentina y toda Latinoamérica, nos revela en esta nota cuáles son sus armas de seducción y cuándo fue la vez en que se sintió un verdadero patito feo.
-¿Cuál creés que es la clave del suceso del programa?-
Los chicos de toda América se sintieron identificados con lo que le queríamos vender, porque no existe nadie que no haya sido alguna vez discriminado. Creo que todos fuimos en un momento patito feo.
-¿En qué situación te tocó jugar ese rol?-
(Pone voz seria). Bueno, cuando era chiquito yo era gordito. Tuve un principio de tuberculosis y a mi mamá le dijeron que tenía que comer bien y me alimentó demasiado. Yo sufrí mucho con la gordura. Entonces, el verte obeso y que las chicas no te miraran era desagradable.
-¿Qué opinión te merecen los que aseguran que la tira hace una apología de la discriminación?
-Me parece una gran p... Nosotros hacemos un entretenimiento y no tenemos mayores pretensiones. El cuento tiene valores concretos, se habla de reconocer lo bueno que tiene cada uno para mostrarlo. Creo que cuando los programas superan la barrera del éxito, la gente empieza a cuestionarlos. Patito es una telecomedia con bases morales sólidas enfocada al público infantil, nada más.
-¿Cómo es trabajar con chicos?-
Todo el tiempo tenés que dejarte sorprender. La mejor manera es estar atento, ser espontáneo y recibir lo que te dan. Es bárbaro, porque uno siente que está vivo junto a ellos.
-¿Tus hijos se ponen celosos de tus fans infantiles?
-La verdad que no los veo sufrir, porque saben que yo lo disfruto. Sólo me sorprendí una vez cuando le preguntaron sobre este tema al más chiquito y dijo que se pone nervioso cuando me ve como papá de otra persona. No me puedo meter en la cabeza de ellos, pero trato de sacarle toda la solemnidad a mi profesión y eso se transmite.
-¿Qué actividades compartís con tus chicos?-
Jugamos mucho al ping-pong y me doy tiempo para saber cómo les fue en el colegio. La sensación es que hay mucha dispersión en la sociedad y está bueno que la familia tenga la función de escucharlos.
-Siempre se te ve muy arreglado y coqueto, ¿sos de cuidarte mucho?-
Sí. Me quiero sentir bien para estar pleno y dar lo mejor de mí, sea cantando o actuando. No por un tema de narcisismo. Prefiero realizar correctamente mis actividades y hacer el amor como corresponde, antes que tomarme una cerveza.
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