La actriz e intérprete de Antonella en la telenovela juvenil Patito Feo –producida por Ideas del Sur– viajó a Nueva York para la entrega de los International Emmy Awards, donde el programa estuvo nominado en la categoría Children & Young People. Además recorrió la gran ciudad, los museos, y arrasó a la hora del shopping. “Me gusta viajar y comprar zapatos en cada lugar que visito”, cuenta.
Te voy a pedir que me frenes si estoy con mil revoluciones a la hora de hablar”, dice, para anticipar el torbellino de palabras que van a seguir a la frase. Pero, por más que se intente, será inútil. Brenda Asnicar (17 años, libriana, y Cabra en el horóscopo chino) está en la plenitud de su adolescencia y de su carrera. Si bien la tira Patito Feo –producto de Ideas del Sur– la catapultó a la fama con su personaje Antonella (la “divina” mala de la serie, y contracara de Laura Patito Esquivel, y que al final no era tan mala y sí, muy divina), su carrera fue un camino en ascenso constante.
Desde sus 11 años, cuando insistió ante sus padres –Adriana y Gustavo– para que la llevaran a los castings, no abandonó la fantasía de alcanzar la fama. En 2001 quedó seleccionada entre miles de chicos para el Cantaniño (Telefe), luego saltó a su co-conducción con Jimena Cyrulnik, y más tarde, Chicos argentinos (de Canal 7). El resto es historia conocida. Lideró desde 2007 el grupo de Las Divinas y se convirtió en el ícono fashion de un ejército de adolescentes. La tira no sólo arrasó el rating de la tarde: cruzó las fronteras y llegó al resto de América latina y Europa. Por eso no fue nada raro verla como representante de la serie –acompañada de Alejandro Stoessel y Mario Schajris –creadores del ciclo– en la tan codiciada red carpet, durante la entrega de los International Academy of Television Art & Science Emmy Awards.
El programa estaba nominado en la categoría Children & Young People, y si bien no ganó (compitió con programas de Japón e Inglaterra, el último vencedor), “haber llegado ahí es algo que nunca hubiéramos imaginado”, explica. Y sigue contando anécdotas: “Me había preparado todo el día. Cuando llegué, me bajé del auto frente a una alfombra roja… Lo hice como una diva: saludaba a todos, me sacaban fotos. Al rato se me acercó una chica y me dijo: ‘Señorita, por como está vestida, usted debe ser del evento de enfrente’. ¡Tenía razón! Me había equivocado. Ahí era el estreno de Australia, la película de Nicole Kidman. ¡Me quería morir! ¡Qué papelón! Enseguida, un hombre de seguridad me ayudó a cruzar la calle… Eso sí: en ningún momento dejé el glamour y seguí saludando. Me sentía una estrella de Hollywood. Había un montón de medios televisivos y gráficos. Los flashes te encandilaban…. Fue algo increíble”.
VAMOS DE PASEO. “Me encanta Nueva York. Es una ciudad relajada, y yo soy así. Es un lugar que me puede desde el arte, la arquitectura, la moda… Amo su forma de pensar y vestir. En la Argentina somos muy críticos cuando hablamos de estilos de moda. Me acuerdo que en el subte vi a un rubio de casi dos metros con un jean chupín naranja flúo. ¿Te imaginás lo que le gritarían acá? Allá no se ve tanta marginación por la imagen. En cambio, en nuestro país necesitamos categorizarlos en algún lado: floggers, hip-hoperos, rollingas… Es como que le tenemos miedo a lo distinto. ¿Te imaginás si me pusiera el vestido que usó Christina Aguilera el año pasado, con plumas fucsias? ¡Me destrozarían!”, monologa. Aunque no deja pasar ninguna temporada de moda, su debilidad son los zapatos, casi como Carrie Bradshaw, el personaje que interpreta Sarah Jessica Parker en Sex and the City. “¿Qué querés que te diga? ¡Me pueden! Son como cuadros, verdaderas obras de arte. ¡Compré diez pares! (todos de marcas internacionales como Dolce & Gabbana, Fendi, Manolo Blahnik). Había unos hermosos, con el taco de luces… ¿Si los compré? No… (silencio) ...¡porque no me alcanzó la plata, que si no… ya eran míos!”.
También arrasó en Victoria’s Secret –el local por excelencia de ropa interior y perfumería femenina–. “Traje un montón de cremas… Mi mamá me enseñó a tener una buena imagen. Puedo estar en jogging, pero oler a la más rica de las fragancias. ¿Si soy adicta a la moda? No, me gusta imponer mi propio estilo, que por lo general es súper alocado. Combino colores y texturas a mi placer, sin seguir ninguna regla”.
SUEÑOS Y PROYECTOS. Si bien Brenda ya está preparada para iniciar la gira internacional con Patito –el 4 de diciembre con sus primeros destinos, Guatemala y El Salvador–, tiene varias ofertas. “Mientras estuve allá se me acercaron un montón de productores con propuestas de trabajo, pero prefiero tomarme mis tiempos. Amo lo que hago, y tengo que pensar bien qué es lo que voy a hacer. Me encantaría sacar mi propio disco. Escribo muchas canciones, pero nunca las di a conocer, porque soy muy vergonzosa. Además, soy muy sensible, y todo lo que me pasa necesito ponerlo en el papel”.
–¿Te gustaría trabajar en los Estados Unidos?
–Me divierte mucho la idea de seguir mi carrera allá. Quiero tener una trayectoria como la de Jennifer López, que combina el cine con la música de una manera admirable. No lo siento como algo imposible de lograr. Antes de llegar a donde estoy hoy se me cerraron miles de puertas, pero yo tuve la clave para triunfar: perseverancia. En la vida hay que animarse. El otro día, la madre de una de mis amigas me vio y se puso a llorar. Me dijo: “Sos un ejemplo, porque te conozco desde chica, y todo lo que te propusiste lo lograste”. Me emocionó saber que mi modo de pensar es una buena lección para muchos que dicen “no puedo”, porque siempre se puede. La única razón por la que me quedo es mi familia y mis raíces… pero, ¿quién te dice? Tal vez me vaya unos meses a tentar suerte. Total, hoy no tengo novio. Soy muy chica todavía…. Y si me va bien en los Estados Unidos, ¡quién me para!
Ciudad relajada
“Me encanta Nueva York. Es una ciudad relajada, y yo soy así… Es un lugar que me puede desde el arte, la arquitectura, la moda… Amo su forma de pensar y de vestir”.
El muro maravilloso
Antes de iniciar la gira internacional con el elenco del programa (arranca el 4 de diciembre), Brenda pasó unos días en la Gran Manzana y se fotografió en este espectacular muro del no menos espectacular Soho neoyorquino.
Brilla como estrella
“Me sentí una estrella de Hollywood. En la alfombra roja de los Emmy había un montón de medios televisivos y gráficos. Los flashes llegaban a encandilar".
viernes, 5 de diciembre de 2008
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